Conocer la anatomía de la cadera, su funcionamiento, cómo es una prótesis de cadera o en qué casos es el tratamiento recomendado nos permitirá afrontar de la mejor manera cualquier padecimiento o complicación que pueda surgir en el paciente.
Es por ello que hoy te traemos toda la información que necesitas acerca de la prótesis de cadera. Tu salud y tu tranquilidad, son lo más importante.
La cadera y sus componentes
La cadera es la articulación que una a la pierna con el tronco, en otras palabras, une la parte superior del fémur con la pelvis.
El extremo superior del fémur tiene forma de esfera y se llama cabeza femoral. La pelvis tiene un receptáculo hemisférico en cada lado, llamado acetábulo, y en el que encaja la cabeza femoral.
La función de la cabeza femoral es moverse dentro del acetábulo, lo cual, nos permite andar y desplazarnos.
Tanto la cabeza femoral como el acetábulo están recubiertos de cartílago, que facilita el deslizamiento de ambas estructuras sin que se produzca dolor. Además, todo el complejo se rodea de ligamentos y tejido fibroso que forman la cápsula articular.
Por último, la cápsula (junto con la musculatura) ayuda a estabilizar la cadera y está rellena de líquido sinovial, que actúa como lubricante.
¿Qué es una prótesis de cadera?
Una prótesis de cadera es un dispositivo médico artificial que reemplaza a nuestra cadera natural cuando ésta presenta daños.
Durante el reemplazo de cadera, un cirujano retira las secciones dañadas de la articulación de la cadera y las reemplaza con piezas que, por lo general, están fabricadas con metal, cerámica y un plástico muy duro. Esta articulación artificial (prótesis) ayuda a reducir el dolor y mejora la función.
¿Cómo se fija la prótesis al hueso?
En el punto anterior veíamos que las prótesis de cadera tienen elementos que la sujetan al hueso (vástago y cotilo) y otros que permiten el movimiento articular (cabeza femoral e inserto acetabular).
Hay dos modos de anclar la prótesis al hueso:
Fijación cementada: Se utiliza cemento óseo alrededor de la prótesis que, al fraguar, sujeta el implante al hueso. Tiene la ventaja de proporcionar una sujeción inmediata que permite movilizar al paciente tan pronto como éste lo tolere, independientemente de su calidad ósea. A cambio, el cemento puede ir degenerando con el paso del tiempo. Suele utilizarse en pacientes con osteoporosis severa y es habitual su uso en el tratamiento de fracturas.
Fijación no cementada: Las superficies de la prótesis se recubren de materiales porosos que imitan la textura del hueso y permiten que éste se vaya entremezclando con el recubrimiento, fijando así el implante. Tiene la ventaja de ser una fijación más natural que la proporcionada por el cemento, pero su éxito depende de las condiciones previas del paciente. Suele emplearse en pacientes con relativa buena calidad ósea.
¿Cuántos tipos de prótesis de cadera existen?
Hay diferentes tipos de prótesis de cadera, los cuales expondremos a continuación:
Prótesis de revisión
Puede ser total o parcial. Son prótesis que se utilizan para reemplazar una ya existente y que presenta algún problema. Normalmente son de mayor tamaño y pueden tener componentes modulares para adaptarse a una anatomía que ya no es la original del paciente.
Prótesis total de cadera
Compuesta por un vástago que une la prótesis al fémur; un cotilo que la fija a la pelvis y dos componentes que articulan entre sí: la cabeza femoral y el inserto acetabular. Las prótesis totales de cadera suelen usarse en los casos de artrosis o desgaste articular.
Cómo se realiza la cirugía de reemplazo total de cadera
En el reemplazo total de cadera (también llamado “artroplastia total de cadera”), se quitan el hueso y el cartílago dañados y se los reemplaza por piezas protésicas.
Se quita la cabeza femoral dañada y se reemplaza por un vástago de metal que se coloca en el centro ahuecado del fémur. El vástago femoral puede cementarse o fijarse a presión en el hueso.
En la parte superior del vástago, se coloca una esfera de metal o de cerámica, la cual reemplaza a la cabeza femoral dañada que se quitó.
Se quita la superficie del cartílago dañado de la cavidad (acetábulo) y se la reemplaza por una cavidad de metal. A veces, se usan tornillos o cemento para mantener la cavidad en su lugar.
Se introduce un espaciador de plástico, cerámica o metal entre la esfera nueva y la cavidad para crear una superficie de deslizamiento suave.
Prótesis parcial de cadera
Al igual que la prótesis total, se fija al fémur por medio de un vástago, pero la cabeza femoral (de mayor tamaño que en el caso de las prótesis totales) articula directamente contra la pelvis.
Esto se debe a que se emplea en el tratamiento de fracturas del fémur y se supone que el acetábulo puede no estar desgastado. Además, las fracturas suelen darse en pacientes que caminan poco y el no utilizar cotilo hace que la cirugía sea algo menos agresiva.
Prótesis de revisión
Puede ser total o parcial. Son prótesis que se utilizan para reemplazar una ya existente y que presenta algún problema. Normalmente son de mayor tamaño y pueden tener componentes modulares para adaptarse a una anatomía que ya no es la original del paciente.
Prótesis de resuperficialización (o resurfacing)
Las prótesis de resuperficialización o resurfacing, son una especie de capuchón metálico que se sitúa sobre la cabeza femoral y que articula contra un cotilo también metálico. Fueron diseñadas pensando en pacientes jóvenes con buena calidad ósea y que, por su esperanza de vida, posiblemente tendrían que enfrentarse a una o varias cirugías de revisión de la prótesis. Sin embargo, algunos modelos han presentado problemas de durabilidad y hoy en día es más habitual el uso de prótesis totales con vástagos más cortos que los convencionales.
¿Cuándo es necesaria una cirugía de reemplazo de cadera?
Las afecciones que pueden dañar la articulación de la cadera, que a veces requieren una cirugía de reemplazo de cadera, se incluyen las siguientes:
- Osteonecrosis: Si hay una irrigación sanguínea inadecuada en la parte esférica de la articulación de la cadera, que podría ser el resultado de una dislocación o fractura, el hueso podría colapsar y deformarse.
- Artrosis: Comúnmente conocida como “artritis por desgaste”, la artrosis daña el cartílago resbaladizo que reviste los extremos de los huesos y que ayuda a que las articulaciones se muevan con facilidad.
- Artritis reumatoide: La artritis reumatoide es provocada por un sistema inmunitario hiperactivo. Esta enfermedad produce un tipo de inflamación que puede erosionar el cartílago y, ocasionalmente, el hueso subyacente, lo que da lugar a articulaciones dañadas y deformadas.
- Enfermedades de la cadera en la infancia: Algunos bebés y niños tienen problemas de cadera. Aunque los problemas se tratan de manera satisfactoria durante la infancia, aún podrían causar artritis en un momento posterior de la vida. Esto ocurre porque la cadera no crece con normalidad, y las superficies articulares se ven afectadas.
¿Cómo sé si necesito una prótesis de cadera?
El reemplazo de cadera puede ser una opción si el dolor de cadera:
- Interfiere en el sueño.
- Persiste a pesar de los analgésicos.
- Afecta la capacidad de subir y bajar escaleras.
- Dificulta la capacidad de levantarte cuando estás sentado.
- Empeora al caminar, incluso con un bastón o con un andador.
Si tienes alguno de estos síntomas, es importante que visites a tu médico de confianza, para que te brinde su diagnóstico exacto.
¿Cuáles son los candidatos para el implante de cadera?
No hay absolutamente ninguna restricción de edad ni de peso para el reemplazo total de cadera.
Las recomendaciones para la cirugía se basan en el dolor y la discapacidad del paciente, no en la edad. La mayoría de los pacientes que se someten a un reemplazo total de cadera tienen entre 50 y 80 años, pero los cirujanos ortopédicos evalúan a los pacientes de manera individual.
Se han hecho reemplazos totales de cadera con éxito en pacientes de todas las edades, desde jóvenes adolescentes con artritis juvenil hasta pacientes ancianos con artritis degenerativa.
A pesar de que no hay edad para recibir un implante de cadera, si es importante cumplir con la evaluación médica:
- Antecedentes médicos: Su cirujano ortopédico reunirá información sobre su salud general y le hará preguntas sobre el grado de su dolor de cadera y cómo este afecta su capacidad para hacer las actividades diarias.
- Radiografías: Estas imágenes ayudan a determinar el grado de daño o de deformidad de la cadera.
- Examen físico: En este estudio se evaluarán la movilidad, la fuerza y la alineación de la cadera.
- Otras pruebas: En ocasiones, podrían ser necesarias otras pruebas, como imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI), para determinar el estado del hueso y de los tejidos blandos de la cadera.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía de prótesis de cadera?
Los riesgos asociados con la cirugía de implante de cadera, son:
Infección
Pueden producirse infecciones en el lugar de la incisión y en los tejidos más profundos próximos a la nueva cadera.
La mayoría de las infecciones se tratan con antibióticos, pero una infección grave cercana a la nueva cadera podría requerir cirugía para extraer y reemplazar las piezas artificiales.
Coágulos sanguíneos
Después de la cirugía pueden formarse coágulos en las venas de la pierna. Esto puede resultar peligroso, ya que una parte del coágulo puede desprenderse y trasladarse al pulmón, el corazón o, rara vez, el cerebro. Los medicamentos anticoagulantes pueden reducir este riesgo.
Aflojamiento
Si bien esta complicación es poco común con los implantes más nuevos, la nueva articulación podría no fijarse de forma sólida al hueso o podría aflojarse con el paso del tiempo, provocando dolor en la cadera. Puede ser necesaria una cirugía para solucionar este problema.
Dislocación
Ciertas posiciones pueden causar que la esfera de la nueva articulación se salga de la cavidad, especialmente en los primeros meses después de la cirugía. Si la cadera se disloca, un aparato ortopédico podría ayudar a mantenerla en la posición correcta. Si la cadera continúa dislocándose, podría requerirse una cirugía para estabilizarla.
Fractura
Durante la cirugía, partes sanas de la articulación de la cadera podrían fracturarse. A veces las fracturas son lo suficientemente pequeñas como para curarse por sí solas, pero las fracturas más grandes podrían necesitar que se estabilicen con alambres, tornillos y, posiblemente, una placa metálica o con injertos de hueso.
Cambio en la longitud de la pierna
Los cirujanos se encargan de tomar medidas para evitar este problema; pero, en ocasiones, una nueva cadera puede provocar que una pierna sea más larga o corta que la otra. A veces, esto se produce por una contractura de los músculos que rodean la cadera.
En estos casos, fortalecer y estirar esos músculos de forma progresiva podría resultar de ayuda. Por lo general, pequeñas diferencias en la longitud de las piernas no se notan después de unos meses.
Lesión en los nervios
En raras ocasiones, los nervios en el área donde se coloca el implante pueden lesionarse. El daño en los nervios puede causar entumecimiento, debilidad y dolor.
¿Cómo es la recuperación post operación de prótesis de cadera?
La recuperación total de un reemplazo de cadera varía de persona a persona, pero la mayoría lo logra tres meses después de la cirugía. Las mejoras suelen continuar durante el primer año después de la cirugía.
La nueva articulación de la cadera puede reducir el dolor y aumentar la amplitud de movimiento de esta. Pero no pienses que podrás hacer todo lo que podías hacer antes de que la cadera se volviera dolorosa.
Las actividades de alto impacto, como correr y jugar al baloncesto, pueden ser demasiado estresantes para la articulación artificial. Con el tiempo, la mayoría de las personas pueden participar en actividades de bajo impacto, como nadar, jugar al golf o andar en bicicleta.
Consejos que debes seguir antes de la operación
Sabemos que es difícil depender de alguien, por ello, antes de la operación, es indispensable que sigas estos consejos, pues mejorarán tu vida diaria mientras te recuperas de la cirugía:
- Artículos de uso diario al alcance: Coloca los artículos de uso diario a la altura de la cintura y cerca de tu área de reposo, así no tendrás que agacharte ni estirarte para alcanzarlos.
- Prepara algunas comidas y congélalas: Esto te será de gran ayuda, principalmente si vives solo, pues no podrás estar tanto tiempo parado en la cocina. Por ello, recomendamos preparar varios platillos y posteriormente congelarlos para que no se echen a perder. Si vives acompañado, procura que siempre haya un guisado en el refrigerador, por si un día debes quedarte solo varias horas.
- Entretenimiento al alcance de tu mano: Procura tener el control remoto de la televisión, libros, teléfono, laptop, tablet, cargador, etc., al alcance de tu mano. Así mismo, tener a la mano: jarras con agua o termos, pañuelos desechables, fruta, medicamentos e incluso un bote de basura, te facilitarán la vida durante tu proceso de recuperación.
- Asiento y silla para el baño: Considera conseguir un asiento de inodoro elevado y una silla de ducha, te facilitarán las idas al baño y tu aseo personal.
Estos consejos, te ayudarán a llevar una recuperación más amena, pues tener todo lo que necesitas a tu alcance evitará que dependas completamente de alguien, lo cual resulta bastante frustrante.
Recuerda que lo más importante es tu bienestar y que tanto la cirugía como el proceso de recuperación, son para mejorar tu calidad de vida.